El documento plantea la agenda temática como la parte
difícil el periodismo, pues requiere de un alto profesionalismo para olfatear,
identificar y obtener producciones coherentes y equilibradas. Por otro lado,
resulta complejo y es de gran responsabilidad el definir una agenda temática,
pues en la mayoría de los casos no es
exitosa indicándole a la gente qué ha de pensar, sin embargo, resulta
importante y de éxito, el sugerir sobre qué han de pensar, según lo afirma el
autor Cohen en 1963.
La confección de una agenda temática se conoce como la producción del temario
periodístico, y puede considerarse como tematización, como lo plantea Noelle
Neumann en 1979. Plantear en el
desarrollo de las noticias lo que se espera, resulta la mayoría de veces el
separarse de lo que queremos. Eso, de una u otra manera, representa un bajo
porcentaje sobre el ejercicio de la democracia al elegir por el lector, el
contenido y enfoque que ha de tener esa libertad al escoger la información
sobre las noticia.
Resulta preocupante el planteamiento del documento, al
decir que “actualmente los medios de comunicación siguen políticas de
establecimiento de agendas temáticas subjetivas: A) Reiteran escenarios B)
Repiten personajes C) Olvidan ciertos temas D) Postergan sectores sociales”.
Relevante es encontrar en el texto que según expertos
analistas sobre la producción del temario periodístico, cuanto más hacen
énfasis los medios en algo, mayor es la atención sobre ese tema, y por ende, ganará
mayor audiencia.
El establecimiento de una agenda temática se realiza
en función de dos ejes: el redaccional y el publicitario, según el texto. Por
otro lado, la agenda temática posee 4 subtipos: 1. La agenda intrapersonal. 2.
La agenda interpersonal. 3. La agenda de medio. 4. La agenda pública.
Aspectos relevantes en síntesis, sobre el documento "La Agenda Temática"
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